lunes, 8 de julio de 2013

INEFICACIA EN EL GASTO: UN CASO EXCEPCIONAL EN HUALGAYOC



Producto de un sostenido crecimiento económico se ha incrementado el volumen de recursos disponibles en nuestro país, reflejados en mayores ingresos para el fisco peruano. Estos mayores ingresos podrían contribuir con el desarrollo económico y humano, en tanto que se utilicen más y mejor en aquellos rubros que contribuyan efectivamente con el incremento del bienestar social, es decir en sectores como educación y salud que son pilares fundamentales que mejoran las capacidades del ser humano, pero a la vez en la dotación de activos tangibles e intangibles del sector rural, que es aquí donde se alberga los peores indicadores socioeconómicos.

Definitivamente, la inversión pública ha ido en aumento, pero ¿cuánto ha aumentado en términos de calidad?, ¿gastar más implica atender a más población, satisfaciendo más necesidades y llegando a los más rezagados? Pues no necesariamente. Pero esto se agrava más cuando ni siquiera se usa lo que se tiene. Veamos un caso excepcional en la provincia de Hualgayoc: la Municipalidad Provincial Hualgayoc-Bambamarca; una comuna que ha llegado a niveles de gasto sumamente preocupantes a nivel regional, inclusive nacional.  

Niveles de gasto muy desmoralizadores

Desde el año 2010, la comuna de Hualgayoc-Bambamarca es la segunda del departamento con mayores recursos económicos, es decir, la segunda más “rica”. Los presupuestos totales disponibles anual se han venido incrementándose rápidamente desde el año 2007, pasado de 32 a 124 millones de nuevos soles al 2012; de igual forma en el presupuesto sólo para inversiones: de 19 millones en el 2007 a 84 millones al 2012. Para el 2013 sabremos aún con precisión en marzo del próximo año.

Como visualizamos, son presupuestos relativamente envidiables. ¿Cuánto de esto se ha logrado concretizar en beneficio de la población? En realidad son niveles muy preocupantes, si analizamos los niveles de gasto desde el 2011, fecha de inicio de una nueva gestión local. Veamos las cifras oficiales que reporta el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

Al año 2011, se logró invertir el 12.9% de un presupuesto para inversiones de 72.3 millones, nivel que le ubicó en el penúltimo lugar entre las 127 municipalidades existentes en la región, un nivel que ni siquiera representa la cuarta parte del promedio invertido por los gobiernos locales de la región en dicho año; y que además es una cifra que registra el más bajo nivel de inversión de la comuna en su historia. Al año 2012, el nivel de inversión va por ese ritmo, con la diferencia de que esta vez ha llegado a invertir el 25.0% de un presupuesto 84.5 millones, y que está en el último lugar de inversión. Al presente año pareciese que la historia se repetirá, pues al medio año que vamos tiene un avance de inversión del 11.5%, y está dentro de los 16 últimos lugares.

Sectores excluidos y atomización de inversiones

La provincia de Hualgayoc es una prácticamente rural, el 70% de su población vive en ella, donde la actividad principal es la agropecuaria; lo cual indica que los recursos públicos deben también estar orientados –además de la Educación y Salud que son clave para el desarrollo- a mejorar la competitividad de este sector. Las intervenciones en definitiva tienen que ser, entonces, en sectores estratégicos.

Si nos remitimos a las cifras, la comuna provincial de Hualgayoc, de lo paupérrimo invertido en los dos años y medio de la actual gestión, el 55% ha ido al sector Saneamiento; aquí hay que recocer la priorización que ha hecho, ya que ha ido a un sector donde la brecha a nivel regional, e inclusive nacional, es muy amplia. Sin embargo, es penoso que no se haya priorizado los sectores clave que mencionamos; pues al sector Educación ha ido sólo el 16%, Agropecuario el 3.1% y Salud el 1.4%; los demás están en su mayoría por debajo de este último. Y eso que no estamos tocando la variable de la calidad con que se han hecho estas inversiones.

Más allá de cuánto recurso invertir es el impacto que genera éste. La comuna provincial, con el nivel de presupuesto, población y necesidades que cuenta, tiene la capacidad y competencia en hacer inversiones de impacto y, casi en absoluto, contar con proyectos de gran envergadura generan precisamente ese impacto. Pero, para este caso, parece que no es así. Pues del total de proyectos declarados viables por la actual gestión, (1) no hay ningún proyecto que pasa los 10 millones y, (2) el 81% son menores a un millón doscientos, es decir son proyectos atomizados.

Conclusión breve

¿Cuál es problema que explica esto? Yo creo que está en las capacidades de sus recursos humanos. No hay que poner culpa ni al SNIP, ni a los procesos, tampoco a normas o leyes, porque éstos dependen de personas. Falta poco tiempo para el término de la gestión, pero ¿qué se podría hacer para tratar de revertir la situación?: 1.- cambiar gente; los gerentes definitivamente no están funcionando, si no funcionan estos los que están debajo tampoco. Al alcalde, para este caso, no se tendría porqué exigirle capacidades técnicas, para eso está los técnicos, pero sí iniciativa y liderazgo, y; 2.- una sociedad empoderada, que genere herramientas para el desarrollo y vigile e incida en el uso eficiente y eficaz de los recursos públicos de su gobierno local. ¿Qué tan difícil es hacer al menos lo primero?


 Publicado en el diario Panorama Cajamarquino, el lunes 08 de Julio.

martes, 11 de junio de 2013

¿SOMOS POBRES PORQUE SOMOS RICOS?



¿Somos pobres porque somos ricos? Titulo acuñado por el economista de la Universidad del Pacifico, Jürgen Schuldt, a una de sus brillantes publicaciones del año 2005, donde en un primer ensayo trata sobre la paradoja de que muchas economías dotadas de abundantes recursos naturales son pobres en diversos grados si se compara sus niveles de ingreso monetario con otras economías que cuentan con escasa riqueza natural. Schuldt, señala que la concentración en exportación de materias primas no renovables, como los minerales, tiende a desarrollar el subdesarrollo en nuestros países. Quizás esto explique la realidad de nuestro país y especial de la región Cajamarca; pero no será en este artículo la realización de un análisis de los mecanismos, patologías y efectos que genera este esquema de “paradoja de abundancia” y “maldición” de ciertos territorios. Hablaremos de algunos datos de pobreza y riqueza de nuestra región.

Pobres, Socialmente

Recientemente el INEI acaba de publicar cifras oficiales de pobreza para el año 2012. Su cálculo se ha realizado haciendo uso del método de la pobreza monetaria, que es aquella que considera pobre a toda persona cuyo gasto mensual no cubre el costo de una canasta básica que contiene alimentos y no alimentos (S/284.00); y pobre extremo o indigente a todo aquel que ni siquiera cubre la canasta básica de sólo alimentos.

Según el INEI, la pobreza a nivel nacional al 2012 es de 25.8%, dos puntos porcentuales menos que el año 2011. A nivel de departamentos, Cajamarca, sigue siendo al 2012, después de Apurímac, una de las regiones más pobres, con una cifra del 54.2% de pobreza, a pesar de haberse reducido en 1.4% respecto al año anterior. Los tres departamentos menos pobres son Madre de Dios (2.4%), Ica (8.1%) y Moquegua (9.6%). Respecto a la pobreza extrema, los departamentos con mayor cifra fueron Apurímac, Cajamarca y Huánuco. Otro dato. Al 2012, a nivel nacional, el ingreso real promedio per cápita mensual fue de S/. 790.6; empero, para Cajamarca fue de S/. 530.4, cifra que le ubica como la cuarta región con menor ingreso per cápita mensual.

Cajamarca es una región rural (68% de la población vive en ella). Y es la zona rural la que alberga, no sólo los más altos índices de pobreza, sino una fuerte severidad y amplia brecha de esta: los pobladores del área rural son en promedio casi cinco veces más pobres que los pobres del área urbana.

Ricos, Naturalmente

Una retahíla de comentarios se ha venido atizando en los últimos años respecto a que Cajamarca es “rica” en recursos públicos, como el canon minero, producto de la explotación de minerales metálicos, especialmente oro. Veamos algunos datos interesantes.

Cajamarca ha representado en los últimos cinco años al rededor del 35% de la producción nacional de oro, por lo que es la región productora líder de este mineral en el país, sin mencionar los demás minerales, como plata y cobre. Es demás cifrar lo cuán rica, y no sólo en minerales sino en otros recursos naturales, ha venido siendo Cajamarca.

¿Continuaremos con esta “bendición” o “maldición”, de ricos en minerales? Al parecer sí. Pues en el libro “Más allá de Conga”, de José De Echave y Alejandro Diez, presentado recientemente en Cajamarca, se aprecia el análisis realizado de la variable Territorio. Aquí, se reverbera una tendencia creciente de concesiones mineras en el territorio cajamarquino: pues en el año 1990 se otorgó 666 mil hectáreas en concesiones mineras, pasando al año 2011 a 1 millón 576 mil hectáreas, que representan el 47.3% de toda la región. Cabe mencionar, que la provincia de San Pablo es la más concesionada de la región (98.1% de su territorio), seguida por Hualgayoc (91.4%),  San Miguel (84.9%), Cajamarca (68.3%), Santa Cruz (67.0%) y Celendín (60.9%). La provincia de San Ignacio es la que tiene menos del 25% de su territorio bajo concesión. ¿Podríamos afirmar que habrá conflictos sociales para rato?

Respecto al canon minero. En los últimos cinco años (2008-2012), sólo tres regiones: Ancash, Arequipa y la Libertad han recibido cerca del 50% (9,651 millones) del canon minero del país. Cajamarca ha recibido el 8.7% (1,780 millones), una cifra relativamente importante, que lo considera como la quinta región con el mayor recurso. La pregunta: ¿es significativo el canon en aquellos distritos de la región que presentan mayores niveles de pobreza? ¿Podemos exigirle a un gobierno menguar la pobreza en sólo dos o tres años con estos niveles de recurso?

Conclusión Breve

No porque somos ricos en recurso naturales estamos condenados a ser pobres. Hay territorios que son pobres porque son pobres y ricos porque son ricos. El aprovechamiento de los recursos naturales tiene que hacerse  siempre y cuando no genere externalidades negativas, no haya costos que los asuman terceros, de lo contrario no hay eficiencia económica ni social. Además, creo que el problema de Cajamarca no sólo reside en los gobiernos sino en las empresas y ciudadanía. ¿Hemos sido acaso capaces de idear las reformas estructurales y políticas económicas requeridas?

Publicado en el diario Panorama Cajamarquino, el martes 11 de Junio.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Sector Agropecuario, un sector aún postergado


Cajamarca es uno de los departamentos más poblados, uno con mayores niveles de pobreza y el con mayor población rural y ocupada en la actividad agropecuaria a nivel nacional. Quizás sean estas las razones fundamentales por lo hoy se muestran mayores intereses en la puesta en debate y en el desarrollo de propuestas, buscando hacerla el sustento de un desarrollo sostenible para la región; no obstante, en los últimos 20 años casi “nada” se ha hecho en favor de este.

UN SECTOR QUE PIERDE LIDERAZGO EN LA ECONOMIA REGIONAL

Cajamarca ha experimentado en las dos últimas décadas cambios significativos en la estructura económica productiva, en comparación con anteriores periodos. Durante el periodo 1970-1990, el sector agropecuario ha representado el 46.1% de la creación de la riqueza del departamento, el sector minero el 4.5%, la industria manufacturera el 9.0% y la construcción el 6.5%. Todo indica que el soporte de la economía regional era el sector agropecuario. Sin embargo, la importancia de este en la economía ha venido desvaneciéndose durante las dos últimas décadas; pues al año 2012 la agricultura y ganadería apenas representan el 21% de la producción total, mientras que el sector minero representa el 22%, la manufactura el 13.7%, construcción el 7% y el sector comercio, restaurante y hoteles el 13.5%.

Claramente las cifras reverberan la pérdida actual de liderazgo del sector. Es preocupante tal situación, conociendo que los peores indicadores socioeconómicos están en las zonas rurales y son en estas donde se practica casi en su totalidad las actividades agropecuarias. ¿Qué tanto la proliferación de sectores no transables ha sido una de las principales causas para la pérdida de tal liderazgo?

SECTOR DE BAJA PRODUCTIVIDAD

El sector agropecuario no sólo es uno de las principales en generar riqueza a Cajamarca sino que además alberga al 56% del total de trabajadores ocupados en la región, porcentaje que le hace considerar como aquella con mayor participación en la población económicamente activa (PEA) total empleada en el país -PEA que, cabe mencionar, es aún una de las menos educadas a nivel nacional-. Empero, el nivel de productividad del sector es una de las bajas entre las demás ramas productivas. Se ha determinado que el valor agregado bruto anual (VAB) por trabajador en el sector agropecuario es de apenas 2,000 nuevos soles a valores del año 1994. El sector servicios tiene un VAB por trabajador de 5,500, el sector comercio unos 7,400, mientras que el sector minero tiene un VAB por trabajador de 71,600 nuevos soles. Este nivel de productividad del sector agropecuario es muy bajo en relación con otras regiones, como los que están en la sierra del país.

DÉBIL GASTO FISCAL EN EL SECTOR

En los últimos cinco años -periodo de mayor presupuesto público para nuestra región- del total anual gastado en Cajamarca por el gobierno nacional, el 4.1% promedio anual ha sido en el sector agropecuario; el gobierno regional de Cajamarca ha direccionado el 1.3% anual y los gobiernos locales un promedio de 3.3%.

Otro dato. En el año pasado (2012), los tres niveles de gobierno han gastado en el departamento de Cajamarca 4,077.5 millones de nuevos soles, sin embargo sólo el 2.6% de este ha sido en el sector agropecuario. También, en esta misma línea, a pesar de que ha venido incrementándose en la última década los presupuestos públicos para Cajamarca, el presupuesto para el sector agropecuario no ha crecido en la misma proporción, este ha sido a una tasa mucho menor que cuando se tenía menores niveles presupuestales.

¿Son suficientes los niveles de apoyo de parte del gobierno para lograr implementar un nuevo modelo económico productivo, baso en la agricultura y demás sectores que son sostenibles? ¿De quién y qué necesitamos para que la región tenga un sector agropecuario como uno los sectores más fuertes?

CONCLUSIÓN BREVE

No podemos no decir que el actual modelo económico imperante tiene serias fallas. Una de estas es la exclusión del sector agropecuario de los beneficios del crecimiento económico. Menguaremos esto cuando haya más y mejor estado, empresa y ciencia en el sector; este es un enorme reto para todos los cajamarquinos y así lograr convertir en un sector fuerte dentro de la economía regional. Empecemos por construir la plataforma alternativa con liderazgo de los que sí son técnicos. 


Publicado en el diario Panorama Cajamarquino, el martes 14 de mayo.

miércoles, 24 de abril de 2013

CAJAMARCA, UNA ECONOMÍA DÉBIL



Para algunos economistas, el crecimiento económico experimentado en la última década es uno de los mejores en la historia republica de nuestro país; lo mismo afirman para las economías regionales, como la de Cajamarca. Aseveran que el logro de este resultado ha conllevado a tener mejores indicadores macroeconómicos, como la tasa del PBI, inflación, exportaciones y tipo de cambio, lo cual es cierto. Sin embargo, aflora una verdad más grande al interior del país: los indicadores de desarrollo económico más importantes muy poco han mejorado y en algunos casos han empeorado. El crecimiento es muy desigual, persiste una alta desigualdad económica, los empleos no han mejorado, la pobreza rural y extrema pobreza es aún muy alta, etc.; que claramente es lo que se está visualizando acá, sin ir a lo macro, en nuestra región Cajamarca.

Un crecimiento económico débil

En el año 2012, Cajamarca experimentó un crecimiento económico de 3.6%, respecto a igual periodo de 2011. En los últimos diez años la tasa de crecimiento promedio anual ha sido de 3.5%, tasa que está muy por debajo del promedio nacional (6.4%), y que nos ha ubicado como uno de los tres departamentos, de los 24 del país, de menor crecimiento económico. Así también, durante el periodo 2001-2011 el país registró un crecimiento económico acumulado de 85.2%; sin embargo, Cajamarca ha logrado un crecimiento acumulado de 42%, y que es una de las tasas más bajas, después de Pasco y Huancavelica, entre los 24 departamentos del Perú. Cuzco es el departamento que, durante el periodo mencionado, ha registrado la tasa más alta de crecimiento económico acumulado (133.7%); y muchos se preguntarán por qué Cuzco.

¿A qué crecimiento económico importante se refieren entonces algunos analistas económicos, de la ciudad capital, cuando se refieren a que la Minería, Construcción y Otros Sectores de producción de no transables, vienen contribuyendo a un loable crecimiento de la economía de Cajamarca? ¿Es este el nivel de crecimiento económico el suficiente como para decir que todo está bien, y que por lo tanto el actual modelo productivo debe seguir?

Crecimiento económico con distorsión estructural.

En las últimas dos décadas, se ha dado cambios vertiginosos en la estructura económica del departamento de Cajamarca. A inicios de la década de los noventa, el 52% de producción total fue conformada sólo por los sectores Agropecuario (42%) y Manufactura (10%), y la Minería apenas representaba el 6%. Esto indica que el motor de la economía regional, en ese entonces, lo era el sector Agropecuario. Hoy, al año 2012, la Agricultura y Ganadería apenas representan el 21% de la economía regional; sin embargo, la actividad Minera representa el 22% de la producción total.

En la misma línea, en la década de los años noventa, los sectores Comercio, Restaurante y Hoteles, Servicios Gubernamentales y Otros Servicios, representaban el 28% de la economía regional; al año 2012 estos representan cerca del 40%.

Entonces, esto nos deja en claro que el sector Agropecuario, que emplea actualmente al 56% de la población regional, viene perdiendo un importante peso y liderazgo en la estructura productiva de Cajamarca. Muy peligroso si no se hace algo para revertir tal situación, conociendo que los peores indicadores socioeconómicos –el de pobreza, como por ejemplo, que es el 56% al año 2011- están en las zonas rurales y son en estas donde se practica casi en su totalidad la actividad Agropecuaria.

Crecimiento económico desigual y excluyente

¿Qué sectores están determinando el débil crecimiento económico de nuestra región? En el año pasado Cajamarca registró un crecimiento de 3.6%. Los sectores que crecieron por encima de este promedio fueron: Construcción (21.6%), Electricidad y Agua (14.2%), Servicios Gubernamentales (12.7%), Minería (6.9%), y Otros Servicios (13%). Los sectores que crecieron por debajo de dicho promedio: Sector Agropecuario (0.5%) y Manufactura (-5.5%). ¿Qué significa esto?, que el crecimiento es desigual y excluyente. Aparentemente hemos crecido, empero se han contraído los sectores Agricultura, Pecuaria y Manufactura que emplean cerca del 70% de la Población Económicamente Activa (PEA) de la región.

Conclusión Breve

Gonzales de Olarte, Vicerrector de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), en su entrevista publicada por la revista El Economista-Cajamarca (Dic-2012), dice: “En Cajamarca, uno tiene la sensación que todo se ha centrado alrededor de la mina, pero ese es un problema que va a estar ahí, lo que hay que hacer es resolver problemas de los otros sectores”. Además: “El desarrollo en el Perú está pasando por la promoción de varios sectores, no puede basarse en la minería solamente, tiene que basarse en sectores como la agricultura, agroindustria, turismo. Cada región tiene que tener tres o cuatros sectores fuertes para poder crear empleo y tener diversificación”.

Publicado en el diario Panorama Cajamarquino, el miércoles 24 de abril.

¿Cómo reactivar la economía de la región Cajamarca post Covid-19?

Un hombre que piensa que la economía es solo una cuestión de complejidades numéricas olvida que es ella la que puede crear el inmensurable p...