jueves, 25 de mayo de 2017

La pobreza en ciencia e investigación en Cajamarca

El Perú es una de las economías que ha venido experimentando un mayor crecimiento económico dentro del contexto Latinoamericano, gracias a un manejo equilibrado de las políticas macroeconómicas y de un entorno internacional favorable. Sin embargo, la desaceleración continua de la economía a partir del año 2011 hasta la actualidad muestra una clara debilidad, vulnerabilidad e insostenibilidad de su crecimiento. La economía peruana continúa siendo relativamente poco diversificada, con marcadas disparidades de ingreso y de empleo informal, y con niveles marginales de productividad respecto a otros países.

La diversificación económica hacia productos de mayor valor agregado, y el incremento de la productividad de la economía, han sido, y siguen siendo, los desafíos fundamentales para lograr una sostenibilidad del crecimiento y desarrollo del Perú, así como el camino para la inclusión e igualdad.

Innovación y tecnología como camino determinante

Orientar acciones y reasignar recursos hacia sectores o actividades intensivas en conocimiento, con mayor difusión de capacidades hacia el conjunto de la economía y que lideran el proceso de innovación y transferencia tecnológica, se tornan estrategias y políticas fundamentales para cumplir estos desafíos. De aquí que la ciencia, tecnología e innovación (CTI) se tome como aspectos determinantes para el desarrollo de un país.

La importancia de la CTI en la competitividad de los países es ampliamente reconocida y promovida por diversos países y organismos internacionales, como la OCDE, ONU, UNESCO, etc., puesto que no solo es un medio que permite alcanzar un crecimiento sostenible, sino que es una herramienta vital para lograr el desarrollo humano. Según un estudio del FMI, un incremento del 40% a nivel global de la inversión en investigación y desarrollo (I+D) podría elevar el PBI hasta un 8% a largo plazo a nivel mundial. Así mismo, en nuestro país, un reciente estudio del CONCYTEC determina que un aumento del 1% en innovación tecnológica a nivel de productos en el Perú, aumenta el PBI en 0.35%, y el empleo en 0.2%.

Pero lo más sorprendente de lo que es capaz de hacer la CTI en términos económicos, según CONCYTEC, es que “un gasto de un sol más en CTI eleva el PBI en 3.12 soles. Los estudios del BCR dicen que gastar un sol más en el gasto público (corriente y de capital) genera en el PBI alrededor de 1.12 soles; es decir, la efectividad de invertir en CTI es casi tres veces mayor”. Datos realmente interesantes.

El incipiente esfuerzo en I+D en el Perú

Pero ¿cuánto esfuerzo en términos de inversión hacemos en este campo? Hace unos días se publicó el I Censo Nacional de Investigación y Desarrollo a Centros de Investigación 2016. Según resultados del Censo, el Perú tiene un nivel de gasto en I+D que es 4 veces menor al promedio de la Alianza del Pacífico y 20 veces menor al promedio de los países de la OCDE. Y quedando claro que los factores que explican gran parte de esta realidad es la falta de recursos financieros para la implementación de proyectos de importancia y la escasez de capital humano calificado.

Visualizando más cifras, al año 2015 el gasto en I+D ha sido de 517.5 millones de soles, que representa el 0.8% del PBI, nivel muy por debajo de muchos países latinoamericanos. Este gasto está representado principalmente por institutos públicos de investigación (41.6%), seguido por universidades privadas sin fines de lucro (28%) y universidades públicas (15.7%). Lo curioso de este dato es que el 80% del gasto corresponde a gasto corriente (principalmente remuneraciones).

En esta misma línea, el gasto corriente en I+D se ha orientado en gran medida a investigación aplicada (66.5%), seguido por la investigación básica (26.2%) y quedando rezagada la participación en desarrollo tecnológico (7.3%). Hay que indicar que para elevar la productividad en la economía lo que se requiere es el desarrollo tecnológico; por supuesto sin quitar la importancia de la investigación básica y la aplicada.

Un aspecto adicional a todo esto es que el Perú contó con 3 mil 274 investigadores al año 2015. Esta cifra representa 0.2 investigadores por cada mil integrantes de la PEA, que en términos comparativos a nivel internacional es sumamente preocupante (América Latina y el Caribe: 1.3; OCDE: 12.7). Sin embargo, estos datos son mayores en 11% en comparación al año 2014. Estamos avanzando, aunque a paso muy lento.

Cajamarca, el niño que no hace la tarea de I+D

¿Y el rol que viene cumpliendo Cajamarca en el tema de I+D? Según dicho Censo, de los 517.5 millones gastados a nivel nacional en I+D, Cajamarca representa con solo el 0.5% (2.4 millones de soles) ¿Qué, no hay investigadores? ¿Y las universidades…? Al parecer, docentes de enseñanza hay en abundancia, pero que hagan investigación hay en escases: por cada 100 mil habitantes (PEA) hay un investigador. ¡Esto es realmente trágico y un escarnio a la ciencia e investigación!

Más datos. Hay tres universidades públicas en nuestra región que albergan importantes niveles presupuestales como para no quejarse en no hacer investigación: Universidad Nacional de Cajamarca (UNC), Universidad Nacional de Jaén (UNJ) y la Universidad Autónoma de Chota (UNACH) -sin considerar las privadas, que son varias, por falta de datos-. Ante esto, según el MEF, al año 2016, la UNC solamente como presupuesto de inversiones ha recibido 5 millones 171 mil soles, de los cuales ha ejecutado la decepcionante cifra de 157 mil soles, es decir el 0.3%; al presente año va por similar camino: de 1.9 millones disponibles va gastando al mes de mayo el 2.2%. Hay que considerar que, dentro de su gasto del presupuesto total, al año 2016, se refleja un gasto en investigación básica de 1.3 millones y 1,600 soles gastados en ciencia y tecnología.

Si colocamos la mirada a la UNJ, esta ha tenido nada menos que 70 millones 944 mil soles como presupuesto de inversiones al año 2016, de los cuales ha invertido tan solo 73 mil soles; es decir, el 0.1%. Peor comportamiento viene mostrando en este año dicha universidad: tiene 40.6 millones de soles y que al momento no ha invertido ni un sol (0% de avance). Quizá la UNACH se muestre más efectiva en esto: al 2016, de 26 millones 471 mil, el 30.6% ha sido ejecutado. Esta misma universidad, al año 2017, al mes de mayo, de 14.98 millones de presupuesto ya está con un avance del 39.1%.

Conclusión breve

Hacer ciencia e innovación amerita esfuerzos de preparación y acción, que conlleva tiempo y recursos. Invertir en jóvenes investigadores y personal experimentado en la línea es clave para asegurar avances sostenibles en dicho ámbito. Pero estos esfuerzos tienen que ser sinérgicos; es decir, trabajar bajo un modelo triple hélice: universidad, empresa y gobierno; solo así aseguraremos resultados de largo horizonte, alcance y virtuosos en bien del progreso y bienestar de nuestra sociedad.

Publicado en Diario Panorama Cajamarquino, el jueves 25 de mayo de 2017

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