viernes, 27 de junio de 2014

¿POR QUÉ CAJAMARCA ES POBRE?



Las reciente cifra de pobreza para Cajamarca, publicada por el INEI, ha dado apertura a diferentes opiniones, siendo la mayoría metecas y perversas en el espacio político. Sin embargo, poco se ha vertido sobre el alcance real y el origen que tiene la misma.

Hay que entender que la metodología de cálculo de pobreza en nuestro país es la de líneas de pobreza monetaria, que es aceptada internacionalmente, pero es arbitraria (E. Ballón, 2014). Hay serias críticas a la metodología empleada; lo que da señales que debemos repensar respecto al método, y quizá tomar en cuenta lo planteado y analizado por Enrique Vásquez (2013), respecto a la pobreza multidimensional.

Pero más allá de la cifra en sí y de la metodología, debemos analizar los aspectos de la pobreza en Cajamarca, del porqué la persistencia.

Ruralidad y pobreza

Según el INEI (2014), la pobreza monetaria en el último año ha sido de 23.9% a nivel nacional; pero tenemos que visualizar que esta oculta profundas diferencias al interior del país. Es decir, la pobreza en zonas rurales (48%) difiere fuertemente de la zona urbana (16%), así como entre sierra (44.7%), selva (31.2%) y costa (15.7%). En efecto, la pobreza se ha ensañado con aquellos que viven en zona sierra rural del Perú.
Las siete regiones más pobres están en la sierra y contienen la población rural más alta. Cajamarca es una de ellas, registrando un 52.8% de su población en situación de pobreza monetaria y es considerada rural (67.3%). La relación pobreza-ruralidad se evidencia claramente. 

¿Por qué la pobreza se alberga en la zona rural? ¿Qué hace que este sector no mejore su situación? Quizá se explique con lo que R. Machado (2014) determina: “la trampa de exclusión”.

La trampa de exclusión

Machado considera que la trampa de exclusión está compuesta por (i) la baja productividad; (ii) microempresa; (iii) informalidad y; (iv) pobreza. Nos dice que son estos los factores que explican la dimensión crítica de la inequidad en nuestro país. Analicemos estos factores para el caso de Cajamarca y determinemos la dinámica.

Una de las principales actividades económicas de Cajamarca, en términos económicos, es la agropecuaria. Sin embargo, es considerada una actividad de baja productividad. Al año 2007, el valor agregado bruto (VAB) por trabajador fue de aproximadamente de 2,000 nuevos soles, uno de los más bajos, después del sector pesca que no es significativo en términos producto y empleo, entre los demás (W. Mendoza y J. Gallardo, 2011).

La reducida productividad del sector agropecuario resulta muy relevante al conocer que la actividad agropecuaria explica más del 20% del VAB regional y emplea a más del 56% de la población económicamente activa (PEA). Casi todo esto, está en zona rural.

Además, el VAB por trabajador de los sectores servicios, transportes y comunicaciones,  restaurantes y hoteles y comercio ha estado entre 5,500 y 7,400 nuevos soles. Estos niveles de productividad mostrados son inferiores a los de otras regiones del país.

Por otro lado, las cifras del empleo según tamaño de empresa, se muestra claramente en aquellas firmas más pequeñas. Según el INEI (2014), en los últimos casi 10 años la tasa promedio de ocupación ha estado representada en casi su totalidad por empresas de 1 a 10 trabajadores, es decir, el 86.6% de la población ha estado empleada en microempresas –donde conocemos que estos trabajadores no sólo tiene restricciones de capital físico sino también humano. Aunque no hay cifras para Cajamarca de cuánto de la población en situación de pobreza estaba empleada en microempresas, pero con toda seguridad supera el 90%.

Otro tema a determinar es el de la informalidad. De acuerdo a un informe de Comex Perú (2011), Cajamarca registraba sólo el 4.2% de formalidad de las Mypes, y que a la fecha poco o nada se ha avanzado en esto. Pues, la marcada economía informal en nuestra región conlleva también a aunar la situación de pobreza.

¿La trampa de exclusión? Claro que sí. Tener un vasto sector productivo con baja productividad, empleando a la mayor cantidad de PEA pobre, en microempresas que casi en su totalidad están en la economía informal, te genera un círculo vicioso que no te deja salir de la pobreza. Círculo que debe cortarse para que haya un crecimiento pro-pobre (para aunar en esto último, invito a revisar a P. Francke y J. Iguíñiz, 2006).

Inversión pública y pobreza

Un indicador clave de desarrollo es el nivel de productividad.  Pero cómo mejoramos dicho indicador, que es preocupante en Cajamarca, como lo indican las cifras líneas arriba. Aquí entra a tallar la importancia de la cantidad y calidad de inversión pública; pues esto permite reducir brechas socioeconómicas como mejoras en las condiciones de competitividad. ¿Acaso viene siendo insuficiente la intervención de los diferentes niveles de gobierno, para que se tenga la tasa más alta de pobreza? 

Según datos proporcionados por el MIM Cajamarca, así como del propio portal de transparencia económica del MEF, la inversión pública total en el departamento de Cajamarca, en el año 2007, fue de 363.4 millones de nuevos soles, pasando al año 2013 a cerca de 2,000 millones de soles; es decir casi seis veces más. Este nivel de inversión, sin considerar otros factores, ha logrado disminuir la pobreza monetaria en 15.6 puntos porcentuales. Es una cifra meritoria.  Sin embargo, es aún insuficiente y muchas veces ineficiente la forma cómo el Estado se hace presente en la población que lo necesita.

¿La pobreza es un tema institucional?

¿De quién depende para salir de la pobreza? ¿Cómo estimular la reducción de la pobreza en las áreas rurales y las perspectivas de desarrollo del sector agropecuario? En principio, incrementar la capacidad de los hogares rurales, para transformar sus actividades precarias en una estrategia de vida más remunerable, se tiene que disponer de activos físicos, humanos, financieros y sociales, o a lo que se conoce como la tenencia de un” portafolio de activos” (Jansen et ál. 2006). Y lograr esto es todo un reto, pero posible. Los pobres no tienen dichos activos. ¿Pero creerá que tener una mejor educación, salud, vías de comunicación, infraestructura productiva, acceso a créditos formales, saneamiento,…, (activos)  depende en mayor medida de un tema político?

Los economistas Daron Acemoglu y James A. Robinson, publicaron un extraordinario libro, en el año 2012, denominado “Por qué fracasan los países: los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza”. La publicación trata sobre las enormes diferencias en ingresos y nivel de vida que separan a los países ricos del mundo de aquellos que son pobres. Pero lo que ha revolucionado de este es que desbarata las tesis de muchos economistas e investigadores que dicen que la pobreza se debe a factores geográficos, o a temas culturales, o preparación de los gobernantes, etc. Para Daron y Robinson la pobreza es un tema institucional y que es una transformación política que se necesita para que una sociedad pobre pase a ser rica.

Ellos creen que los incentivos creados por las distintas instituciones por los diferentes países son la razón principal que explica las diferencias en prosperidad económica. Pues, por ejemplo, afirman que:

“La razón de que Estados Unidos sea mucho más rico que los demás es sencilla: se debe a las diferencias existentes entre las instituciones de ambos lados, que crean incentivos muy distintos para los habitantes. Es más rico que México y Perú debido a que sus instituciones, tanto económicas como políticas, determinan de forma distinta los incentivos para empresas, individuos y políticos… Cada sociedad funciona con una serie de reglas políticas y económicas creadas e impuestas por el Estado y los ciudadanos colectivamente. Las instituciones económicas dan forma a los incentivos económicos: los incentivos para recibir una educación, ahorrar, invertir, innovar y adaptar nuevas tecnologías, etc. Es el proceso político lo que determina bajo qué instituciones económicas se vivirá y son las instituciones políticas las que determinan cómo funciona este proceso”.

Conclusión breve 
 
No hay manera de salir de la pobreza si no se da reformas institucionales profundas y políticas públicas agresivas en beneficio de los sectores de salud, educación, agropecuario, etc., que al final esto dependerá, como lo afirman Daron y Robinson, de decisiones políticas. 



Referencias:

1.     D. Acemoglu y J. Robinson (2012). “Por qué fracasan los países: los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza”. New York.
2.     E. Ballón (2014). “La reducción de  la pobreza desde las regiones”. Artículo publicado en la revista actualidad económica del Perú, mayo 2014.
3.     E. Vásquez (2013). “Las políticas y programas sociales del gobierno de Ollanta Humala desde la perspectiva de la pobreza multidimensional”. Universidad del Pacífico. Lima-Perú.
4.     Instituto Nacional de Estadística e Informática- INEI (2014). Estadísticas de información regional para la toma de decisiones.
5.     Jansen et al. (2006). “El Enfoque de Portafolio de Activos”. Documento para el Banco Mundial.
6.     Mejorando la Inversión Municipal- MIM Cajamarca. Base de datos procesados y facilitados por el Equipo Técnico.
7.     Ministerio de Economía y Finazas- Portal de Transparencia Económica: Consulta de gasto diario, junio 2014.
8.     P. Francke y J. Iguíñiz (2006). “El crecimiento pro-pobre en el Perú”. Lima-Perú.
9.     R. Machado (2014). “Reducción de la pobreza y trampa de exclusión en el Perú”. Artículo publicado en la revista actualidad económica del Perú, mayo 2014.
10.  Sociedad de Comercio Exterior del Perú-COMEX PERU (2011): “Informe de formalidad de la mypes en el Perú”. Lima-Perú.
11.  W. Mendoza y J. Gallardo (2011). “Las barreras al crecimiento económico de Cajamarca”. CIES-JICA, Lima-Perú

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