La producción del sector agropecuario en el departamento de Cajamarca, en el 2011, se contrajo 0.3% respecto a 2010, debido a una caída en la producción agrícola, principalmente por descensos en la arveja grano verde (-35%), maíz choclo (-15%), maíz amarillo duro (-14%) y maíz amiláceo (-13%); sin embargo, la producción pecuaria creció 5%, sustentado principalmente en el crecimiento en huevos (10%), carne de vacuno (8%) y carne de ave (5%). Datos que son revelados recientemente por el BCRP, en su informe Síntesis Económica de Cajamarca 2011.
Pues bien, son datos interesantes; sin embargo, creo que todos somos conscientes que la actividad agropecuaria ha sido, y sigue siendo, una de las menos atendidas por el sector público y privado. Por muchos años el problema agropecuario del país, y de nuestra región en particular, ha sido el centro de una retahíla de investigaciones; pero poco han generado mejoras en el sector. Si observamos de un panorama general, la desatención se reverbera claramente en las zonas altoandinas, donde la actividad agropecuaria es practicada casi en absoluto por todas las familias rurales, que se ha convertida en la principal, y en muchos casos la única, fuente de ingresos; es aquí en donde alberga los más altos índices de pobreza, donde están los sectores poblacionales más vulnerables.
“Cajamarca es una región minera…” expresan muchos ciudadanos; y es cierto, pero por el lado del valor económico y no por el lado del nivel ocupacional y fuente de ingresos de la población. ¿Cuánto de nuestra población regional se dedica al sector minero? menos del 1%; ¿dónde está el resto? la gran mayoría en el agropecuario; cerca del 80% de nuestra población vive de este último. Lo que tenemos que preguntarnos en un primer momento es qué se está haciendo para mejorar las condiciones de vida de estos productores, quiénes son los verdaderos impulsores y coadyuvadores en la mejora del sector; qué están haciendo los Gobiernos Subnacionales en favor de la agricultura y ganadería.
¿Saben cuánto invirtieron los Gobiernos Locales (127 municipalidades) de nuestro departamento, el año pasado, en favor del sector agropecuario? De un total de 533 millones 385 mil nuevos soles invertidos sólo 25,8 millones se destinaron al agropecuario, es decir el 5% del total. ¿Y nuestro Gobierno Regional?, es mucho menor, sólo el 1.5%. Estos datos de alguna manera ya se han dado a conocer con anterioridad, tal es el caso, entre otros, por el MIM Cajamarca. Pues en verdad llama mucho a la reflexión y preocupa el poco o casi nada que se hace por la actividad agrícola y pecuaria.
A MODO DE CONCLUSIÓN
Está claro que nuestros productores agropecuarios aún no alcanzan a desplegar plenamente sus capacidades, aún están sumergidos en un bajo nivel de productividad, rentabilidad y competitividad en el sector, que ha aunado un más el precario nivel de vida para quienes se dedican a dicha actividad. ¿Qué hacer?.. Hay que liderar en el diseño, formulación y ejecución de políticas, programas y proyectos en favor del sector. El cambio y mejora se debe dar en una perspectiva desde el hombre para el hombre. Borremos el enfoque asistencialista, lo único que ha hecho es castrar la creatividad del productor. Pues no se va a matar la pobreza si no se trabaja con un enfoque de capacidades enmarcado en acciones y proyectos integrales.
Está claro que nuestros productores agropecuarios aún no alcanzan a desplegar plenamente sus capacidades, aún están sumergidos en un bajo nivel de productividad, rentabilidad y competitividad en el sector, que ha aunado un más el precario nivel de vida para quienes se dedican a dicha actividad. ¿Qué hacer?.. Hay que liderar en el diseño, formulación y ejecución de políticas, programas y proyectos en favor del sector. El cambio y mejora se debe dar en una perspectiva desde el hombre para el hombre. Borremos el enfoque asistencialista, lo único que ha hecho es castrar la creatividad del productor. Pues no se va a matar la pobreza si no se trabaja con un enfoque de capacidades enmarcado en acciones y proyectos integrales.
Empezar a trabajar en la creación y desarrollo de agroindustrias rurales, para aumentar y retener en las zonas rurales el valor agregado de la producción agropecuaria, sería una tarea clave para el desarrollo; no es sólo hacer mejoramiento de sistemas de agua potable y vías de comunicación por ejemplo, sino que también trabajar mucho y urgente en la creación de valor de la producción agropecuaria. El desarrollo de actividades complementarias al agropecuario (artesanía, ecoturismo, biocomercios, servicios, etc.) permitirán ser el principal empuje a que el productor salga de la pobreza y mejore su calidad de vida. En este sentido, todos los agentes económicos deben ser partícipes (concertar); sólo así podemos encaminar a tener un sector agropecuario rentable, competitivo y sostenible.
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