Producto de un sostenido crecimiento
económico se ha incrementado el volumen de recursos disponibles en nuestro país,
reflejados en mayores ingresos para el fisco peruano. Estos mayores ingresos podrían
contribuir con el desarrollo económico y humano, en tanto que se utilicen más y
mejor en aquellos rubros que contribuyan efectivamente con el incremento del
bienestar social, es decir en sectores como educación y salud que son pilares
fundamentales que mejoran las capacidades del ser humano, pero a la vez en la dotación
de activos tangibles e intangibles del sector rural, que es aquí donde se alberga
los peores indicadores socioeconómicos.
Definitivamente, la inversión
pública ha ido en aumento, pero ¿cuánto ha aumentado en términos de calidad?,
¿gastar más implica atender a más población, satisfaciendo más necesidades y
llegando a los más rezagados? Pues no necesariamente. Pero esto se agrava más
cuando ni siquiera se usa lo que se tiene. Veamos un caso excepcional en la
provincia de Hualgayoc: la Municipalidad Provincial Hualgayoc-Bambamarca; una
comuna que ha llegado a niveles de gasto sumamente preocupantes a nivel
regional, inclusive nacional.
Niveles de gasto muy desmoralizadores
Desde el año 2010, la comuna
de Hualgayoc-Bambamarca es la segunda del departamento con mayores recursos
económicos, es decir, la segunda más “rica”. Los presupuestos totales
disponibles anual se han venido incrementándose rápidamente desde el año 2007,
pasado de 32 a 124 millones de nuevos soles al 2012; de igual forma en el presupuesto
sólo para inversiones: de 19 millones en el 2007 a 84 millones al 2012. Para el
2013 sabremos aún con precisión en marzo del próximo año.
Como visualizamos, son
presupuestos relativamente envidiables. ¿Cuánto de esto se ha logrado
concretizar en beneficio de la población? En realidad son niveles muy preocupantes,
si analizamos los niveles de gasto desde el 2011, fecha de inicio de una nueva
gestión local. Veamos las cifras oficiales que reporta el Ministerio de
Economía y Finanzas (MEF).
Al año 2011, se logró invertir
el 12.9% de un presupuesto para inversiones de 72.3 millones, nivel que le
ubicó en el penúltimo lugar entre las 127 municipalidades existentes en la
región, un nivel que ni siquiera representa la cuarta parte del promedio invertido
por los gobiernos locales de la región en dicho año; y que además es una cifra
que registra el más bajo nivel de inversión de la comuna en su historia. Al año
2012, el nivel de inversión va por ese ritmo, con la diferencia de que esta vez
ha llegado a invertir el 25.0% de un presupuesto 84.5 millones, y que está en
el último lugar de inversión. Al presente año pareciese que la historia se
repetirá, pues al medio año que vamos tiene un avance de inversión del 11.5%, y
está dentro de los 16 últimos lugares.
Sectores excluidos y atomización de inversiones
La provincia de Hualgayoc es
una prácticamente rural, el 70% de su población vive en ella, donde la
actividad principal es la agropecuaria; lo cual indica que los recursos
públicos deben también estar orientados –además de la Educación y Salud que son
clave para el desarrollo- a mejorar la competitividad de este sector. Las
intervenciones en definitiva tienen que ser, entonces, en sectores
estratégicos.
Si nos remitimos a las cifras,
la comuna provincial de Hualgayoc, de lo paupérrimo invertido en los dos años y
medio de la actual gestión, el 55% ha ido al sector Saneamiento; aquí hay que
recocer la priorización que ha hecho, ya que ha ido a un sector donde la brecha
a nivel regional, e inclusive nacional, es muy amplia. Sin embargo, es penoso
que no se haya priorizado los sectores clave que mencionamos; pues al sector Educación
ha ido sólo el 16%, Agropecuario el 3.1% y Salud el 1.4%; los demás están en su
mayoría por debajo de este último. Y eso que no estamos tocando la variable de
la calidad con que se han hecho estas inversiones.
Más allá de cuánto recurso
invertir es el impacto que genera éste. La comuna provincial, con el nivel de
presupuesto, población y necesidades que cuenta, tiene la capacidad y
competencia en hacer inversiones de impacto y, casi en absoluto, contar con
proyectos de gran envergadura generan precisamente ese impacto. Pero, para este
caso, parece que no es así. Pues del total de proyectos declarados viables por
la actual gestión, (1) no hay ningún proyecto que pasa los 10 millones y, (2) el
81% son menores a un millón doscientos, es decir son proyectos atomizados.
Conclusión breve
¿Cuál es problema que explica
esto? Yo creo que está en las capacidades de sus recursos humanos. No hay que
poner culpa ni al SNIP, ni a los procesos, tampoco a normas o leyes, porque éstos
dependen de personas. Falta poco tiempo para el término de la gestión, pero ¿qué
se podría hacer para tratar de revertir la situación?: 1.- cambiar gente; los
gerentes definitivamente no están funcionando, si no funcionan estos los que
están debajo tampoco. Al alcalde, para este caso, no se tendría porqué exigirle
capacidades técnicas, para eso está los técnicos, pero sí iniciativa y liderazgo,
y; 2.- una sociedad empoderada, que genere herramientas para el desarrollo y
vigile e incida en el uso eficiente y eficaz de los recursos públicos de su
gobierno local. ¿Qué tan difícil es hacer al menos lo primero?
Publicado en el diario Panorama Cajamarquino, el lunes 08 de Julio.
Mientras en otras localidades como las que se mensiona en este articulo, se incrementa el gasto Publico, localidades como las de Piura hemos sufrido el recorte presupuestal, que contradictorio suena este articulo
ResponderEliminarEstimado Cesar,
Eliminarcomparto tu opinión. Pues esperamos que se tome el debate efectivo en torno a la redistribución de los recursos a nivel nacional.