
El
desempeño de los gobiernos locales es reflejo de una mayor preocupación, tal
como lo indican las cifras. Si nos remitimos al departamento de Cajamarca, en
este mismo contexto de desempeño local, la situación muestra exacerbo: en el
2015 se invirtieron 681.2 millones de soles de un presupuesto de 1,024.5
millones, en comparación al 2014 que fueron 932. 2 millones de soles de 1,227.4
millones de presupuesto (es decir, 37% menos).
De
alguna manera, estos niveles de inversión local de Cajamarca son explicados en
buena parte por dos comunas, que vienen concentrando alrededor de la cuarta
parte de todo el presupuesto de los gobiernos locales de la región: la Municipalidad
Provincial de Cajamarca (MPC) y la Municipalidad Provincial de
Hualgayoc-Bambamarca (MPHB). Veamos algunos datos relevantes.
La nueva comuna más rica de la región
La
MPC hasta el año 2013 ha sido la comuna más rica de la región, en términos de
recursos presupuestales de inversión. A la actualidad, la comuna que lidera este
nivel de disponibilidad presupuestal es la MPHB, pasando la MPC al según lugar.
Al año 2015, la MPHB ha recibido un presupuesto de inversiones que ascendió a
111.4 millones de nuevos soles, frente a la MPC que en el mismo periodo recibió
67.4 millones de soles. El nuevo
liderazgo de la MPHB se explica principalmente por los saldos de balance de
recursos no usados en años anteriores, en su mayoría por concepto de regalías y
canon minero, que al año 2015 representó el 81% del presupuesto total de
inversiones.
¿Cuántos
no han visto a la comuna Bambamarquina como la nueva “joya de la corona” de los
políticos? ¿Cómo se está vigilando, y quiénes, a éstas comunas con ingentes
recursos económicos? No olvidar que la falta de transparencia en la información
en torno al uso y gestión de los recursos públicos es una de las causas
exógenas que conduce a actos de corrupción dentro del gobierno.
Los niveles de inversión están en alarma
Si
bien el 2015 ha sido año de acomodo a la dinámica de muchos gobernantes a la
administración pública (cambio de autoridades subnacionales), no justifica en
varios casos la ineficiencia e ineficacia en la gestión de recursos públicos.
Más aún si cuentas con todos los recursos necesarios y las supuestas
capacidades de gestión ofrecidas en campaña, refiriéndose concretamente, en
este caso, a la MPC y la MPHB.
Lo
particular de estas dos gestiones es que no sólo son las que cuentan con los
más altos niveles presupuestales, sino también son las más ineficientes e
ineficaces en el uso y gestión de los recursos. Las cifras del MEF determinan
que, al primer año de gestión, la MPC ha ejecutado sólo el 34.3% de su
presupuesto total de inversiones (es decir, 23.1 de 67.4 millones), ubicándolo
en el ranking 113 de 127 municipalidades entre distritales y provinciales de la
región, y en el puesto 11 de las 13 comunas provinciales. Similar situación es
de la MPHB: sólo ha llegado a ejecutar el 37.7% de su presupuesto de
inversiones a finales del 2015, situándose en el puesto 110 de las 127 comunas,
y en el puesto 10 de las 13 provinciales.
La
eficiencia y eficacia del uso de los recursos públicos son determinantes para
el logro de mayores niveles de crecimiento económico, empleos dignos, reducción
de pobreza y fortalecimiento de la legitimidad del Estado. Si estas comunas –y
todas en general- no están en esta línea, el logro de estos objetivos del desarrollo
económico, social e institucional sólo quedan en aspiraciones o en buenas
intenciones.
Transporte y saneamiento son los más priorizados
La
inversión pública es un componente esencial de la política económica, tanto por
su nivel como por su eficiencia y efectividad. En otras palabras, la inversión
pública se tiene que explicar en términos de asignación de los recursos, es
decir, direccionar inversiones a sectores más prioritarios y urgentes definidos
por el gobierno y la sociedad (eficiencia asignativa), así como la utilización
de los recursos de la mejor manera y con la mayor cobertura, es decir, que se alcancen
los mejores resultados (eficiencia operativa) ¿Las dos comunas en cuestión,
muestran caminar en esta dirección? ¿Qué sectores se vienen priorizando?
Al
año 2015, la MPC ha concentrado el 40% de su ejecución en el sector transporte,
el 25% cultura y deporte, y el 17% en
saneamiento. Los principales proyectos representan a la creación y mejoramiento
calles de la ciudad, mejoramiento de agua potable y letrinas en algunas
localidades rurales, así como a la “sempiterna” ejecución del coliseo
multiusos, que este año ha acumulado un gasto de 55.8 millones de soles (3.3
millones más en el 2015). En el caso de la MPHB, la inversión se ha orientado principalmente
a los sectores de saneamiento (27%), educación (23%) y transporte (23%); aunque
se rescata también la inversión hecha en el sector comercio (21%), representado
por la construcción del mercado central de Bambamarca (de la gestión anterior),
con una inversión de 8,6 millones realizadas en el 2015, y que sin esta
inversión el monto de avance de ejecución de dicha comuna hubiese sido sólo del
30%.
Hay que repensar las rutas de intervención
¿Son
estos los sectores y tipo de proyectos prioritarios que necesitan Cajamarca y
Bambamarca para el empuje del desarrollo regional? Definitivamente necesitamos
repensar las rutas de intervención. Una obligatoria es el desarrollo agrícola y
desarrollo rural. Pues, C. Trivelli, en un post reciente (2016), enfatizó que
si “logramos entender las dinámicas del medio rural y apoyar su desarrollo, tendremos
una política productiva y una ruta de desarrollo sostenible… hay que conocer
más de lo que pasa en el campo, de lo que ya hacen, ya tienen y quieren los
pobladores rurales y sus familias”.
No
hay que olvidar que más del 65% de la PEA está en la zona rural, y el 56% de la
PEA ocupada es agropecuaria. Y no es posible que en Hualgayoc-Bambamarca el
sector agropecuario represente el 0,2%, ambiente 1.7%, pesca 0%, industria 0%,
salud 1%. Similar situación muestra la MPC. En este marco, las comunas en
mención tienen la decisión, y el deber de intervención.
Conclusión
breve
La inversión pública es un instrumento esencial
de política económica, por tanto necesitamos exigir efectividad. La vinculación
entre objetivos y proyectos priorizados, crear una importante cartera de
proyectos, presupuestar intervenciones de corto con relación al mediano plazo, y
dar preeminencia a intervenciones con mayor rentabilidad social, nos conducirá
a dicha efectividad. Sin duda, esto amerita contar no sólo con el liderazgo del
gobernante, sino con cualificaciones adecuadas de sus recursos humanos.
Publicado en el Diario Panorama Cajamarquino, el sábado 16 de enero de 2016.
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